Cómo el calor y la humedad impactan la pintura exterior

Cómo el calor y la humedad impactan la pintura exterior

Toda la pintura exterior interactúa con su entorno durante la aplicación y a través de su vida útil. Esto significa que factores como el calor y la humedad deben entenderse y tenerse en cuenta al planificar su proyecto de pintura exterior.

En esta página

  • Los desafíos del calor
  • Los desafíos de la humedad
  • Estrategias de afrontamiento

Los desafíos del calor

Las altas temperaturas de la pintura pueden ser un desafío, especialmente si pinta a la luz solar directa. Estos factores se combinan para hacer que la pintura se seque sea extremadamente rápido, lo que crea dos dificultades. Primero, es difícil mantener un borde húmedo, lo que resulta en marcas de vuelta en el cuerpo de la pintura y el sombrero alrededor de las áreas de acabado. En segundo lugar, la pintura se seca al toque tan rápido que es tentador aplicar una segunda capa antes de que la primera se haya curado por completo. Es importante seguir las instrucciones en la línea de tiempo para la segunda capa, o se arriesgará a la primera capa despegada.

La luz solar directa también afecta la vida útil de la pintura, especialmente en superficies orientadas al sur donde la exposición es mayor. El sol (o superficies reflectantes) puede hacer que la pintura se caliente más rápido que la superficie subyacente, creando "burbujas de calor" que eventualmente estallan y pelan. Los rayos ultravioleta del sol también blanquearán la mayoría de las pinturas, lo que dificulta los parches y las reparaciones.

Los desafíos de la humedad

La humedad durante la pintura ralentiza los tiempos de secado. En un caso extremo, el aire puede estar tan saturado que la pintura tendrá dificultades para formar un vínculo adecuado y comenzar a correr antes de secarse. Esto es especialmente cierto si pinta metal, porque la humedad en el aire tenderá a condensarse en la superficie del metal, creando una barrera de humedad entre la superficie y la pintura. Si bien las recomendaciones precisas varían según el área y las condiciones, si la humedad relativa es del 85 por ciento o más, espera la pintura.

La humedad también puede afectar la pintura exterior después de la aplicación. Fomenta el crecimiento del moho, especialmente en superficies sombreadas o orientadas al norte con menos exposición al sol.

Estrategias de afrontamiento

El primer paso para tratar el calor y la humedad es seleccionar los materiales adecuados para trabajar con. Si sabe que una superficie estará sombreada y expuesta a condiciones húmedas, considere una pintura resistente al moho o un aditivo de moho. Para proyectos con exposición al sol, puede optar por una pintura especialmente formulada para resistir el desvanecimiento. Y si su proyecto trata con calor extremo, como una parrilla o un pozo de fuego, elija una pintura especializada diseñada para este tipo de aplicación.

Una vez que tenga la pintura correcta, acérquese a su proyecto con previsión. Acepte que la pintura exterior depende del clima y que es posible que no pueda pintar el día que le gustaría. Suena simple, pero muchos proyectos de pintura exterior terminan en frustración porque los pintores quieren obtener "una última capa antes de que llegue la lluvia" solo para encontrar un desastre rayado una vez que las nubes de tormenta se han ido.

Además, tenga en cuenta el camino del sol. Tenga en cuenta qué partes del proyecto están a la sombra y cómo cambiará eso en el transcurso del día. Hora de su proyecto para que realice la mayor parte del trabajo antes o después de la hora más calurosa del día. Y vea lo que requiere el pronóstico del tiempo. A veces, un día nublado significa que no tienes que preocuparte por el sol en absoluto. Siempre vale la pena hacer un poco de planificación adicional para evitar un acabado rayado.